Que és la Respiración
La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación:
-se elimina la tensión muscular
-se aporta una mayor cantidad de oxígenos a la sangre y a los órganos
-la mente se vuelve más clara y despejada
Los procesos físicos, mentales y emocionales están imbricados con la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.
La respiración nos mantiene minuto a minuto. Es una fuente de vida más importante que el alimento o el agua. Los pulmones son los órganos más largos del cuerpo humano. Nuestro sistema respiratorio:
-nos proporciona oxígeno
-elimina el bióxido de carbono del cuerpo
-regula el ph corporal
La mayoría de nosotros utilizamos sólo una décima parte de nuestra capacidad respiratoria. Si no expandimos los pulmones a su máxima capacidad, las pequeñas cavidades de aire que hay entre ellos no pueden limpiar su capa de mucosidad adecuadamente. El resultado es menos oxígeno para el cuerpo, y una intoxicación constante que conduce a una menor resistencia ante los avatares que se nos presentan.
Aprende de nuevo a respirar. Si observas la respiración de un bebé, verás que su abdomen sube y baja con cada respiración. Con el tiempo vamos perdiendo esa forma profunda de respirar, y nos limitamos a llenar superficialmente nuestros pulmones. Si te observas, verás que no utilizas el abdomen para respirar, sólo hinchas levemente la parte alta del tórax.
Respiración abdominal: sitúa tus manos sobre tu parte abdominal e intenta inflar la barriga como si tuvieras una pelota mediante la inspiración.
Después mediante la espiración desinfla esa pelota lentamente.
Respiración torácica: sitúa tus manos sobre tu tórax en el pecho y mientras inspiras comprueba que la zona pulmonar se ensancha y sale hacia afuera y que mientras espiras vuelve a su posición original.
Respiración clavicular: posa tus manos sobre la clavícula un poco por encima de tu pecho y observa como al inspirar esa zona se sube y al espirar se baja.
Una vez que te hayas familiarizado con cada tipo de respiración, intenta realizar en un ciclo completo de inspiración (abdominal-torácica-clavicular) y espiración (clavicular-torácica-abdominal) siete veces antes de levantarte de la cama y siete veces al acostarte, lo más lento y profundo que te sea posible sin sensación de ahogo.
No fuerces si no puedes.
Respirar es una de las formas más efectivas de cargarse de energía.
La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación:
-se elimina la tensión muscular
-se aporta una mayor cantidad de oxígenos a la sangre y a los órganos
-la mente se vuelve más clara y despejada
Los procesos físicos, mentales y emocionales están imbricados con la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.
La respiración nos mantiene minuto a minuto. Es una fuente de vida más importante que el alimento o el agua. Los pulmones son los órganos más largos del cuerpo humano. Nuestro sistema respiratorio:
-nos proporciona oxígeno
-elimina el bióxido de carbono del cuerpo
-regula el ph corporal
La mayoría de nosotros utilizamos sólo una décima parte de nuestra capacidad respiratoria. Si no expandimos los pulmones a su máxima capacidad, las pequeñas cavidades de aire que hay entre ellos no pueden limpiar su capa de mucosidad adecuadamente. El resultado es menos oxígeno para el cuerpo, y una intoxicación constante que conduce a una menor resistencia ante los avatares que se nos presentan.
Aprende de nuevo a respirar. Si observas la respiración de un bebé, verás que su abdomen sube y baja con cada respiración. Con el tiempo vamos perdiendo esa forma profunda de respirar, y nos limitamos a llenar superficialmente nuestros pulmones. Si te observas, verás que no utilizas el abdomen para respirar, sólo hinchas levemente la parte alta del tórax.
Generalmente el ser humano respira solo lo necesario para subsistir sin darse cuenta de que en la respiración se oculta una increíble fuerza vital que nos ayudaría a revitalizar nuestro cuerpo, avanzar más rápido, crecer con más facilidad, traernos un bienestar, ... etc. Y ni que decir tiene que incluso nos evitaría muchas de las enfermedades a las que estamos acostumbrados a sufrir.
Por ello hay que aprender a respirar con nuestros tres puntos principales: el abdomen, el tórax y la clavícula.
Respiración abdominal: sitúa tus manos sobre tu parte abdominal e intenta inflar la barriga como si tuvieras una pelota mediante la inspiración.
Después mediante la espiración desinfla esa pelota lentamente.
Respiración torácica: sitúa tus manos sobre tu tórax en el pecho y mientras inspiras comprueba que la zona pulmonar se ensancha y sale hacia afuera y que mientras espiras vuelve a su posición original.
Respiración clavicular: posa tus manos sobre la clavícula un poco por encima de tu pecho y observa como al inspirar esa zona se sube y al espirar se baja.
Una vez que te hayas familiarizado con cada tipo de respiración, intenta realizar en un ciclo completo de inspiración (abdominal-torácica-clavicular) y espiración (clavicular-torácica-abdominal) siete veces antes de levantarte de la cama y siete veces al acostarte, lo más lento y profundo que te sea posible sin sensación de ahogo.
No fuerces si no puedes.
La respiración
Respirar es una de las formas más efectivas de cargarse de energía.
La intensificación de la respiración provoca corrientes energéticas que fluyen a través de células, tejidos y miembros. Sirve para expandir el campo energético, que es también el campo protector. Pero hemos aprendido, en el tipo de sociedad en que vivimos, a contener la respiración al menor cambio o acontecimiento en nuestras vidas. Contenemos la respiración incluso al variar de postura: cuando nos ponemos de pie o nos sentamos o nos inclinamos, al hacer ejercicio físico, al vestirnos, al escuchar, al pensar, al coger un peso. Luego, al acabar nuestra acción, incapaces de resistir más, suspiramos. Interrumpimos la respiración cuando sentimos cualquier emoción. Tanto es así, que cuando algo es muy emocionante decimos que "corta la respiración".
Con el paso del tiempo y por falta de conciencia sobre la necesidad del respirar correctamente, perdemos la capacidad natural de respirar con la que nacemos, y sólo utilizamos una pequeña parte de nuestro potencial. Esa capacidad la perdemos por varios motivos:
-estrés
-ansiedad
-miedo
-autoexigencia
Una respiración deficiente o superficial también deteriora el organismo. Del mismo modo que nuestro ánimo y nuestros procesos mentales o psicológicos influyen en nuestro modo de respirar, la respiración influye en nuestro modo de estar en el mundo.
La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación:
-se elimina la tensión muscular
-se aporta una mayor cantidad de oxígenos a la sangre y a los órganos
-la mente se vuelve más clara y despejada
Los procesos físicos, mentales y emocionales están imbricados con la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.
-estrés
-ansiedad
-miedo
-autoexigencia
Una respiración deficiente o superficial también deteriora el organismo. Del mismo modo que nuestro ánimo y nuestros procesos mentales o psicológicos influyen en nuestro modo de respirar, la respiración influye en nuestro modo de estar en el mundo.
La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación:
-se elimina la tensión muscular
-se aporta una mayor cantidad de oxígenos a la sangre y a los órganos
-la mente se vuelve más clara y despejada
Los procesos físicos, mentales y emocionales están imbricados con la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.
Generalmente el ser humano respira solo lo necesario para subsistir sin darse cuenta de que en la respiración se oculta una increíble fuerza vital que nos ayudaría a revitalizar nuestro cuerpo, avanzar más rápido, crecer con más facilidad, traernos un bienestar, ... etc. Y ni que decir tiene que incluso nos evitaría muchas de las enfermedades a las que estamos acostumbrados a sufrir.
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