Los peripatos.



Estos onicóforos pertenecen al género Peripatos y pueden describirse como unas babosas o lombrices con patas. Antiguamente eran clasificados como artrópodos, pero por carecer de patas articuladas, se decidió crear un phylum especial para ellos.

 


Su longitud varía, entre 2 a 20 centímetros, al igual que su número de patas, entre 17 a 43 pares. Además, su cuerpo presenta una cutícula cubierta de pelos erectos, pequeños apéndices y estrías transversales, que le dan un aspecto aterciopelado. Por ello, en inglés se les llama velvet worm (velvet=terciopelo). Para su movimiento poseen los lobópodos, que son apéndices locomotores que terminan en una uña. De ello proviene el nombre de su phylum: onico = uña.

Una característica peculiar de esta especie es la presencia de dos glándulas situadas dentro de unas papilas extensibles cercanas a su boca, que segregan un líquido pegajoso para capturar a sus presas. Dicho líquido puede ser lanzado sobre ellas a distancias superiores a los 10 centímetros.                                                                                                                                                                                                http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Oh4ezLN2IqM               

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